Diferencias entre Arte y Expresión Plástica

Como estudiante de Arte, me interesa compartir con los lectores de ciencias.es -y especialmente con quienes estén interesados en tomar clases de plástica-, algunos beneficios que aporta a nuestra vida realizar este tipo de actividades. También puntualizaré algunas diferencias entre Arte y Expresión Plástica que deben considerarse a la hora de elegir un camino.

Aunque El Arte y La Expresión Plástica tienen como común denominador la necesidad humana de exteriorizar diferentes emociones y el plasmarlas plásticamente, son dos prácticas que se abordan desde diferentes lugares y que tienen diferentes fines.

Por esta razón, y dedicando estas líneas a quienes tengan interés en tomar clases de plástica, intentaré aclarar las diferencias entre asistir a una clase de Arte y asistir a un Taller de Expresión Plástica. Mientras que en un Taller donde se enseña Arte se pone el énfasis en una búsqueda estética personal, en un Taller de Expresión Plástica se busca la expresión de la interioridad del alumno a través del material plástico. Evidentemente esto trae aparejado un costado estético que debe ser considerado y sostenido por el docente para que el alumno no se sienta frustrado ante su producción. Pero repito, el docente de Expresión Plástica apela a la interioridad del alumno y esto muchas veces implica eliminar materiales innecesarios y técnicas de trabajo que coarten la espontaneidad.

Beneficios de la Expresión y del Arte
Aunque podría pensarse que La Expresión Plástica, que en un principio fue concebida principalmente para los niños, surgió dentro del campo del Arte, esto no fue tan así. Uno de los primeros autores que habla de Expresión Plástica y se preocupa por separarla de las Artes visuales y darle formalidad teórica es Arno Stern. Este hombre comienza su trabajo con niños a partir de su experiencia como refugiado en un campo de concentración, donde el pintar y dibujar con lo que tuviese a su alcance le permitió atravesar dicha experiencia de mejor manera.

El hecho de que La Expresión Plástica tenga fines terapéuticos comprobados no le quita méritos a la labor artística que también aporta muchísima riqueza interior a quien la practique. Cuando abordamos una tarea plástica con fines estéticos predeterminados nos enfrentamos a muchos desafíos. Primeramente el pensar qué es lo que representará lo que queremos expresar y luego lograr plasmar eso plásticamente pone a trabajar nuestra mente de una manera muy sana que impulsa nuestra creatividad y eso se abre luego al resto de nuesrtas escenas cotidianas.

En suma: ¿Qué tipo de Taller elegir?
A la hora de elegir un taller se deben considerar dos aspectos fundamentales: la edad y la experiencia previa a nivel plástico.

Si hablamos de un niño (hasta 12 años), un taller de Expresión parece ser el mejor punto de partida. Será muy enriquecedor para el niño y repercutirá positivamente en el resto de sus ámbitos. Con el tiempo, si el alumno despierta intereses estéticos concretos podrá asistir a otro tipo de Taller donde se le brinden técnicas acorde a sus intereses que le ayuden a seguir su camino plástico personal.

Si hablamos de un adulto se debe considerar la experiencia previa a nivel plástico. Personalmente pienso que si el adulto no ha tenido contacto con la plástica más allá de la escuela o el liceo, asistir a un Taller de Expresión abrirá su mente y lo desprejuiciará. Cuantas veces escuchamos decir a un adulto: no se dibujar. Un buen docente será capaz de mostrar a este individuo que todos tenemos algo valioso para pasar al papel y es innato del ser humano hacerlo.

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